Recuerdos literarios

El otro día iba en el coche escuchando la radio, y pusieron una canción de Laura Pausini que conicidió con un verano de mi juventud, y mi mente fue directamente a ese momento de mi vida, no podía cerrar los ojos porque iba conduciendo, pero podía visionarlo en mi mente, fue una sensación muy bonita, y este hecho me hizo pensar que no solo canciones, sino también un olor, o un libro, te puede llevar a momentos que hemos vivido y poder recordarlos. Cierto es, que si recordamos es porque vamos cumpliendo años, ya que cuando eres joven solo vives en presente, pero es bonito crecer y poder recordar.

Y a veces los recuerdos traen sentimiento de nostalgia, no entendida como una tristeza, sino como una añoranza de otro tiempo vivido, o una experiencia concreta. Todos acumulamos momentos que nos gusta recordar, también otros que no, pero ahora nos vamos a centrar en los que sí queremos y nos gusta. Puedes pensar o echar la vista atrás y simplemente recordar, pero cuando algo te lleva a otro tiempo, es más bonito. Y en nuestra vida, los libros también nos han acompañado, desde el colegio, así que hice el ejercicio de recordar esos libros que me marcaron, o que los recuerdo sin hacer esfuerzo de pensar.

El primero que viene a la cabeza es La nariz de Moritz, me pareció extraordinario, yo creo que rondaba los 12 años cuando lo leí, era de la colección naranja de barco de vapor, y fue mi favorito, el que un cartero pudiera saber más por el don de su nariz me parecía muy divertido y novedoso en mi etapa infantil. El siguiente que recuerdo fue La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, este me tocó leerlo cuando tenía 16 ó 17 años, en la clase de literatura, cada trimestre un clásico, y recuerdo que me lo llevé de vacaciones en Semana Santa y lo devoré, era algo tan diferente a lo que estaba acostumbrada a leer, que siendo lectura obligatoria me sorprendió muchísimo, yo creo que con esta lectura comenzó a despertarse en mí el gusto por la lectura detectivesca y de suspense.

Los diez negritos es otra de las novelas que leí ya siendo mayor de edad, y me fascinó, la gran Ágatha Christie creó un fenómeno literario que me cautivó. Una maestra del suspense. Otro título del que en algún otro post os he hablado es Cámara de Gas, lo vi en una librería y el título me atrajo, tuve ciertas dificultades para conseguirlo (historias familiares) y al final mi hermana me lo regaló, y la verdad que me gustó tanto que cada año compraba el siguiente que publicaba John Grisham; durante muchos veranos en el mes de julio me leía títulos de este autor (que a día de hoy sigue cosechando éxitos).

Cisnes Salvajes fue un regalo de cumpleaños de mis tíos y prima Miren en el año 1995, y recuerdo que su disfruté mucho con su lectura, la vida de tres mujeres, de tres generaciones diferentes, de una familia china, con todo lo que tuvieron que vivir, cada una según la época que le tocó vivir. Y ya doy un salto grande en el tiempo y nombro uno de los títulos que leí un verano en casa, por recomendación de mi hermana, Dime quien soy, y que a pesar de sus mil páginas (aproximadamente), me cautivó, esa forma de relatar la vida de Amelia Garayoa (mujer bandera) por el mundo hizo que me mantuviera pegada a las páginas durante todos los días hasta terminarlo, recuerdo leerlo en el jardín de mi casa anterior.

Por supuesto que recuerdo muchos más, pero éstos que os he relatado me vienen a la cabeza sin necesidad de pensar, y puedo revivir el momento en el que los leí, porque casi estoy sintiendo pasar las páginas, y respirar ese momento de lectura.

Y vosotros, queridos lectores, ¿recordáis con cariño alguna lectura del pasado? Contadme, os leo.